Agua para nuestra escuela
El 90% de los habitantes de Pozo Colorado (región semiárida del Chaco) viven en zonas rurales y aisladas, empleados con bajos ingresos en «haciendas» agrícolas, en situación de pobreza multidimensional.
Debido a la lejanía de las escuelas y a la mala calidad de las carreteras y el transporte, muchos padres no pueden ocuparse de la educación de sus hijos y se los llevan a trabajar con ellos, repitiendo los ciclos de pobreza que experimentan.
En este contexto nuestro colegio de primaria y secundaria ‘San Isidro Labrador’ es la alternativa para un futuro mejor: gracias a sus dormitorios, crea un entorno seguro para 300 alumnos.
Sin embargo, hay otro problema grave en la región: falta agua. No hay ríos ni lagos cerca y no hay suministro municipal de agua, la única fuente de agua es la lluvia.
Durante la estación seca, cuando la escuela no tiene agua, se ve obligada a cerrar e interrumpir las actividades educativas de cientos de niños.
Por eso estamos construyendo un sistema de recogida, tratamiento y distribución de aguas pluviales, diseñado para garantizar agua limpia y potable durante los próximos cincuenta años. También se beneficiarán los tres mil habitantes de la zona de Pozo Colorado.
De este modo, no sólo llevaremos agua limpia y potable por primera vez, sino que también garantizaremos el derecho a ir a la escuela de cientos de niños y jóvenes vulnerables.