La historia de Laurena

En Madagascar, el acceso a la educación superior y a la universidad representa un enorme desafío, especialmente para muchas mujeres jóvenes.

Los principales centros de formación se encuentran en la capital, Antananarivo, pero mudarse a la ciudad no está al alcance de todos, especialmente para las chicas de zonas remotas con recursos económicos limitados. Sin un apoyo adecuado, sus sueños se quiebran antes de tener la oportunidad de despegar.
Para responder a esta necesidad, hemos renovado parte de la escuela primaria y secundaria Institution Sainte Famille – La Salle para acoger a estudiantes universitarias de todo el país y apoyarlas en su trayectoria académica. Hoy, el internado universitario alberga a 75 chicas, muchas de las cuales han elegido estudiar economía y comunicación.

En un ambiente protegido y seguro, estas jóvenes pueden concentrarse en su futuro y superar los obstáculos que de otro modo les impedirían continuar sus estudios.


Entre estas estudiantes está Laurena, una joven de Fort-Dauphin, en el sureste de Madagascar. Criada en una familia modesta pero unida, Laurena es la tercera de cinco hijos. Su madre vende productos en el mercado local, mientras que su padre trabaja como operador económico en la región. Ambos siempre han tenido un sueño común: ofrecer a sus hijos una educación de calidad, a pesar de las dificultades diarias y los largos caminos deteriorados que hacen difícil el acceso a la secundaria y a la universidad.
Desde pequeña, Laurena ha mostrado un gran interés por el turismo y la hospitalidad, fascinada por los relatos de los viajeros que pasaban por su ciudad y por la riqueza de su propia cultura, que sueña compartir con el mundo. Conociendo su potencial, sus padres tomaron una gran decisión: enviarla a la capital para continuar sus estudios.
Después de una búsqueda exhaustiva, encontraron nuestro internado. Este lugar no solo ofreció a Laurena un techo seguro bajo el cual vivir, sino también un ambiente educativo favorable para su crecimiento personal. Los primeros días lejos de casa fueron difíciles, marcados por la soledad y la nostalgia, pero pronto el internado se convirtió en su segundo hogar.

Gracias al apoyo de otras estudiantes y a una educación estructurada, Laurena aprendió a gestionar su independencia.
Hoy, en su primer año de estudios universitarios, Laurena florece cada día más. Entre clases y actividades del internado, está construyendo las bases para su futuro. Cada noche, mientras observa las luces de Antananarivo desde el patio interior, piensa en su familia y recuerda por qué está allí: para construir un futuro sólido, no solo para ella misma, sino también para aquellos que creyeron en ella.


Su sueño de trabajar en el sector del turismo y la hospitalidad ya no es solo una aspiración, sino un objetivo concreto que está alcanzando paso a paso. Laurena ha comprendido que no son las distancias físicas las que determinan el éxito, sino el coraje para perseguir los propios objetivos.
Gracias al internado universitario Sainte Famille, muchas otras jóvenes como Laurena pueden estudiar con tranquilidad y seguir sus sueños en un entorno seguro. Al crear espacios como este, les damos la oportunidad de construir un futuro mejor, derribando las barreras económicas y sociales que a menudo obstaculizan el camino educativo de las jóvenes en Madagascar.


Cada joven que logra realizar su sueño es una victoria para toda la comunidad, y para nosotros en La Salle Foundation, es el corazón de nuestra misión, que nos guía todos los días.